Newell’s se quedó con las ganas. Tuvo todo al alcance de la mano para dar otra vuelta olímpica en pocos días. Pero se le esfumó de las manos. Es que pese a ser mejor que Vélez durante la mayor parte del partido, no tuvo precisión en los metros finales, desperdició varias chances de gol claras y terminó cayendo ante el equipo de Ricardo Gareca por un ajustado 1-0 en la Súperfinal, que definía a los dos mejores equipos de la temporada y que se jugó en Mendoza.
El título quedó para Vélez, pero Newell’s, pese a que por momentos pareció tener la cabeza en la Copa Libertadores, se quedó con la mejor imagen, porque salvo los pasajes iniciales en que el equipo de Liniers lo sorprendió y lo forzó a un trámite al que no está acostumbrado -a jugar sin pelota-. El resto del partido fue casi todo propiedad de la Lepra.
De arranque, los conducidos por Gareca se mostraron agresivos y consiguieron a través de una buena jugada colectiva la apertura en el marcador en el Malvinas Argentinas: Sebastián Domínguez profundizó por izquierda, Emiliano Papa centró hacia atrás y Pratto fusiló de zurda luego de un exquisito amague que dejó pagando a Vergini.
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Un dominio que se acentuó cuando Cubero vio la roja en Vélez, tras cometerle un penal infantil a Maxi Rodríguez, que Nacho Scocco de manera increíble -por tratarse del goleador y uno de los jugadores que más alegrías le dio al pueblo leproso- desperdició al rematar suave a la izquierda de Sebastián Sosa, que adivinó el palo y contuvo el remate sin problemas.
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Fue tanta la superioridad de la Lepra que en algunos pasajes del partido el trámite se dio en sesenta metros, casi en la franja que va desde el medio hasta al arco defendido por el uruguayo Sosa. Una supremacía que sin embargo no encontró respuestas en un remate de Pérez, en el primer tiempo, que se fue arriba del travesaño por muy poco. O en un cabezazo de Casco, que se fue apenas; un remate mordido de Figueroa, que se fue apenas, cuando estaba de cara al arco de Sosa; una jugada en que Figueroa quedó cara a cara con Sosa, pero el juez anuló por una inexistente falta del volante rojinegro. En una buena maniobra de Maxi Rodríguez en el área, cuyo remate se fue muy desviado, o en el disparo de Vergini casi en el final del partido.
Muchas chances generadas por Newell’s, pero que fueron todas dilapidadas por la falta de contundencia o eficacia de sus jugadores.
Con esta victoria, Vélez logró el pase a la Libertadores del año que viene -Newell’s está clasificado-, para la Sudamericana y para la Supercopa argentina, que jugará ante el ganador de la Copa Argentina.
Newell’s fue más. Mucho más que un Vélez, que alcanzó la temprana ventaja y la defendió con uñas y dientes, pero que futbolísticamente fue superado ampliamente por la Lepra, que terminó pagando un precio muy alto por su falta de contundencia y eficacia en los metros finales y se quedó con las ganas de dar otra vuelta olímpica en la previa a la semifinal de la Copa Libertadores, el objetivo máximo de los rojinegros, una vez alcanzada la gloria en el torneo Final.
Fuente: Diario La Capital.