Newell’s concluyó un semestre para el olvido con un pálido empate frente a Lanús en condición de visitante. Fue 1-1 en un duelo que dominó el local pese a que se encontró con un jugador menos en el complemento por la infantil expulsión de Diego González por un golpe a Gabriel Heinze, quien se despidió del fútbol.
Como en el final de esta campaña, a la Lepra le faltó claridad para generar y por momentos lució errática en defensa. Enfrente estuvo Lanús, golpeado por la reciente eliminación copera pero con un plantel de calidad.
Y esa calidad se vio, por ejemplo, en el violento remate a los 26 minutos de la primera mitad que salió del pie derecho del paraguayo Víctor Ayala, quien aprovechó una floja reacción del arquero Nahuel Guzmán y puso en ventaja a los de Guillermo Barros Schelotto.
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Con algunas proyecciones aisladas de los laterales Milton Casco (fue amonestado por simular un penal que pareció falta) y Cristian Díaz, Newell’s empujó por las bandas ante un rival que se cerró bien en el fondo hasta el segundo período.
En ese complemento, apenas a los cinco de juego, Alexis Nicolás Castro generó una buena maniobra individual entrando de derecha a izquierda y definiendo con la zurda al primer palo de Agustín Marchesín, que quedó desparramado en el suelo.
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Newell’s comenzaba a reaccionar y la expulsión del Pulpito González a los 15 por un cabezazo a Heinze parecía que inclinaría todo a favor de la visita. Sin embargo, pareció un empujón para Lanús, que salió agresivo en busca de la victoria.
Un par de intentos de cabeza del zaguero Carlos Izquierdoz, un remate fortísimo de Ayala al travesaño y un choque espectacular en el que varios quedaron con heridas fueron lo último de un partido en el que Newell’s terminó dependiendo de las atajadas de Guzmán.
Final de un torneo olvidable. Pese a la cosecha de 25 puntos, cifra nada despreciable luego de un semestre flojo, los hasta hoy conducidos por Ricardo Lunari mostraron nuevamente una faceta que difiere demasiado de la que inculcó Gerardo Martino.