Seis chicos que forman parte de la Escuela de Fútbol Infantil Malvinas Argentinas, vinculada a Newell’s, se tomaron una fotografía junto a Ignacio Malcorra, el conocido futbolista de Central. La imagen, capturada hace aproximadamente dos meses en Funes durante un partido entre las categorías infantiles de Newell’s y Defensores —equipo donde juega el hijo de Malcorra—, desató una polémica inesperada en la institución rojinegra.
- Según trascendidos iniciales, los niños habrían sido sancionados con una suspensión de tres meses y la suspensión de sus becas por parte de la dirigencia de la Escuela Malvinas Argentinas, quienes sostienen que la decisión buscaba preservar el respeto por los símbolos y la identidad del club.
Carlos Panciroli, coordinador deportivo de la escuela, afirmó que “cada uno puede hacer lo que quiera, pero no con la ropa de Newell’s. Hay que respetar el escudo, la camiseta, y por eso debíamos sentar un precedente”. Además, señaló que la medida también buscaba proteger la vida cotidiana de la escuelita ante las reacciones adversas que generó la viralización de la foto.
El caso tomó mayor repercusión y se volvió foco de debate cuando el presidente de Newell’s, Ignacio Astore, en declaraciones a Radio Con Vos, desmintió que se haya impuesto alguna sanción a los menores o a sus familias. Astore aseguró que la escuela no aplicó medidas disciplinarias y explicó que la suspensión no existió: “No se tomó ninguna medida contra los chicos o las familias. Algunos padres quisieron retirar a sus hijos por las amenazas telefónicas que, según ellos, recibieron de otros padres y de hinchas del club”. El dirigente calificó la situación como “una locura” y lamentó el clima de tensión generado por un simple gesto de los niños.
El presidente agregó que la reacción de los padres que denunciaron haber sido amenazados generó una situación de tensión dentro de la comunidad deportiva. “Algunos padres entraron en angustia”, dijo, y adelantó que se realizará una reunión con las familias para asegurar que los chicos puedan volver a sus entrenamientos en un entorno seguro. Además, aclaró que la beca no fue ni será retirada, señalando que solo él tiene la facultad para tomar ese tipo de decisiones y que hasta el momento no se ha concretado ninguna.
La disputa de versiones entre la dirigencia de la Escuela Malvinas Argentinas y la presidencia del club refleja las tensiones internas que pueden surgir en instituciones deportivas donde conviven diferentes niveles de autoridad y decisiones, sobre todo cuando están involucrados niños y el respeto a los símbolos identitarios de un club con fuerte rivalidad histórica como la que existe entre Newell’s y Central.
El episodio también pone en evidencia el impacto que las redes sociales y la viralización de imágenes pueden tener en el deporte formativo, donde muchas veces las acciones de los chicos y sus familias pueden verse afectadas por presiones externas, en un contexto donde el fútbol infantil debería priorizar la formación, el disfrute y el respeto.
La Escuela Malvinas Argentinas, que cuenta con cerca de 700 chicos y es un semillero de talento reconocido a nivel nacional —por donde pasaron figuras como Lionel Messi y Maxi Rodríguez—, intenta manejar esta situación con cautela para evitar que afecte la continuidad y el desarrollo de sus jóvenes jugadores.
El club también adelantó que el caso está siendo analizado con la AFA, que ve con preocupación cualquier medida que pueda perjudicar a los niños en edad formativa, y que se trabaja para que las familias recuperen la tranquilidad necesaria para que los chicos puedan entrenar sin presiones.
Por último, el presidente Astore hizo un llamado a la reflexión y al respeto: “Acá vieron mal cuando Gabriel Heinze se abrazó en un clásico con Malcorra, pero estas cosas no deberían verse mal. Se trata de niños, de chicos que están en formación y que deberían poder disfrutar del deporte sin tensiones políticas o deportivas que los exceden”.