La decisión del gobierno nacional de cerrar las coordinaciones nacionales de Hepatitis Virales desató un fuerte rechazo en el ámbito de la salud y la política. Edith Michelotti, coordinadora del Grupo Hepatitis Rosario y referente nacional, expresó su desconcierto: “Es increíblemente triste, y lo digo haciendo un gran esfuerzo para que no se me quiebre la voz, porque no se entiende por qué se interrumpe una lucha que viene dando sus frutos”.
A fines de 2024, el Ministerio de Salud de la Nación anunció la eliminación de las coordinaciones nacionales de Tuberculosis, Lepra y Hepatitis Virales, lo que pone en peligro las políticas públicas clave para el diagnóstico, tratamiento y prevención de estas enfermedades. Michelotti, quien lleva décadas luchando por los derechos de los pacientes, advirtió que este cierre podría revertir los avances alcanzados hasta el momento.
- En respuesta, diferentes organizaciones solicitaron una audiencia urgente con el ministro Mario Lugones y realizaron un abrazo simbólico en el Ministerio de Salud en Buenos Aires, anticipando que continuarán con protestas en todo el país si no se obtienen respuestas.
El rechazo también ha sido contundente en el ámbito político. El diputado nacional por Santa Fe, Eduardo Toniolli, presentó un Proyecto de Resolución en la Cámara de Diputados donde expresa su “absoluto rechazo al cierre” de estas coordinaciones. Además, el proyecto exige la reincorporación de los trabajadores despedidos y el restablecimiento de las coordinaciones eliminadas, en cumplimiento de la Ley 27.675. En cuanto a la hepatitis, el diputado destacó la gravedad de la situación, mencionando que la hepatitis B y C continúan siendo un desafío constante para el sistema de salud argentino, con miles de casos anuales.
La detección temprana de estas enfermedades es fundamental, ya que alrededor del 50% de las personas con hepatitis crónica desconocen su diagnóstico. La prevención y el tratamiento oportuno, como la vacuna para la hepatitis A y B y los tratamientos antivirales para hepatitis B y C, son cruciales para evitar complicaciones graves, como insuficiencia hepática, cirrosis y cáncer de hígado.
Rosario ha sido un referente en la lucha contra las hepatitis virales, destacándose por sus campañas masivas de concientización, diagnóstico y acceso a tratamientos. El Grupo Hepatitis Rosario, bajo la coordinación de Michelotti, ha sido clave en estas iniciativas, ofreciendo un modelo de acceso accesible a la población en efectoras públicos y privados.