Este jueves, dos manifestaciones confluyeron en las calles de Rosario con consignas potentes y transversales: la Marcha Federal Universitaria y la movilización Ni un pibe menos por la droga. Ambas comenzaron en la plaza Montenegro, en San Martín y San Luis, y marcharon hacia el Monumento a la Bandera, en una jornada marcada por el reclamo social.
Universidad pública: salarios, becas y presupuesto
Docentes, estudiantes y personal universitario se sumaron a una nueva edición de la Marcha Federal Universitaria, en el marco de un paro nacional de 48 horas convocado por gremios docentes. La medida exige mejoras salariales, aumento del presupuesto universitario y defensa del sistema nacional de ciencia y tecnología.
La movilización se da a pocos días de que se relanzara la campaña de firmas en apoyo al proyecto de Ley de Financiamiento Universitario, presentado en el Congreso por el Frente Sindical de Universidades Nacionales. Ese mismo proyecto propone partidas para garantizar el funcionamiento pleno de las universidades, hospitales y laboratorios, así como un fondo de $10.000 millones, actualizado por inflación, para fomentar carreras estratégicas.
“El gobierno nacional sigue cerrando el diálogo paritario, mientras la inflación entre diciembre de 2023 y abril de 2025 fue del 204,8%, y los aumentos salariales apenas alcanzaron el 90,4%”, denunciaron desde Conadu en un comunicado.
El rector de la UNR, Franco Bartolacci, participó de la marcha y advirtió: “Si no hay respuestas concretas, el segundo semestre será muy difícil”. También alertó sobre la pérdida de investigadores, docentes y la paralización de proyectos estratégicos. Según detalló, en lo que va del año, ya renunció el 5% del plantel docente a nivel nacional.
Ni un pibe menos por la droga
La otra gran columna de la marcha estuvo integrada por organizaciones sociales, religiosas y barriales que impulsan la consigna Ni un pibe menos por la droga. La movilización coincidió con el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.
El sacerdote Fabián Belay, referente de la Pastoral de Drogadependencia y creador de la asociación Padre Misericordioso, alertó sobre el avance del consumo en edades cada vez más tempranas: “Hace diez años teníamos chicos de 9 años iniciándose en el consumo. Hoy, el problema es que cada vez hay más. El 90% de las personas en tratamiento empezó a consumir antes de los 17 años”.
Ambas convocatorias compartieron espacio y espíritu: defender la vida, la educación y el acceso igualitario a oportunidades, en un contexto cada vez más hostil para quienes sostienen la universidad pública o enfrentan el flagelo de las adicciones.
