La investigación en torno a los túneles hallados en barrio La Granada y que pertenecen a la banda Los Monos continúa y las excavadoras siguen buscando conexiones bajo tierra. Con la convicción de determinar el modus operandi de los narcos en relación a las conexiones subterráneas, se buscan más pruebas.
Fuentes del caso señalaron que la construcción contaba con al menos una conexión y que había al menos tres ingresos a modo de red, ubicados en domicilios con ingreso por los pasajes 509 y 512 y por calle Melián.
“Entre las posibilidades que manejamos está la de que no sea sólo un trayecto y que haya una red de túneles. Por el momento son sólo conjeturas que dejan abiertas las puertas a encontrar cualquier cosa”, dijeron fuentes del caso.
Los investigadores presumen que el escondite de Los Monos en realidad tiene alrededor de 300 metros de longitud y salida en la colectora Juan Pablo II, pero con el correr de las horas esa hipótesis no pudo ser confirmada, ya que cuando el sol se ocultó, se decidió suspender la tarea.
Hasta ese momento solamente se había chequeado la existencia de dos túneles que en total tenían 16 metros de longitud; que en un punto había escombros, por lo que se sospecha que en realidad eran dos construcciones y que la obra contaba con un recubrimiento de membranas, para que no se filtre humedad y gran número de respiraderos.