Leandro “Pollo” Vinardi, histórico ladero de Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de Los Monos, fue imputado este miércoles por haber extorsionado y amenazado al presidente de Newell’s, Ignacio Astore, con la exigencia de entradas de protocolo y dinero. Según la investigación, Vinardi llevó a cabo estos delitos desde la cárcel de Ezeiza, donde permanece encerrado por homicidio y narcotráfico.
Durante la audiencia en la que el fiscal Franco Carbone imputó a los líderes de la barrabrava de Newell’s, se presentó la declaración del presidente del club, Ignacio Astore, quien detalló las amenazas telefónicas y presenciales recibidas en las instalaciones del Coloso Marcelo Bielsa por parte del grupo liderado por Leandro “Pollo” Vinardi, estrecho colaborador del jefe de Los Monos, Ariel Máximo “Guille” Cantero, actualmente preso en Ezeiza. En su testimonio, Astore reveló que pagó dos millones de pesos de su propio bolsillo a los barras que estaban extorsionando a los organizadores del partido homenaje a Maximiliano Rodríguez, disputado el año pasado.
El fiscal Franco Carbone llevó adelante la acusación contra el Pollo Vinardi, su pareja Ivana Barrias, el hijo de ella, Emir Rodríguez, y Luciano «Lucho» Gallardo, jefe de la barra en la tribuna hasta su reciente detención. El puntapié de la causa fue la balacera ocurrida el 26 de julio pasado contra la casa de María Fernanda C., vocal de la comisión directiva del club y mediadora con la barra. En ese contexto durante la investigación declaró Ignacio Astore, presidente de Newell’s, quien dio a entender que las presiones de la barra alcanzaron incluso a influir en la renuncia del director técnico Javier Sanguinetti en agosto de 2022. «Resisto lo que puedo a las exigencias ilegítimas», se resignó el mandatario del club.
Astore afirmó que desde que asumió la presidencia fue constantemente extorsionado para entregar entradas de protocolo, dinero y camisetas. Contó que, tras la intimidación de la barra al plantel y cuerpo técnico de Javier Sanguinetti en agosto de 2022, decidió no pagar a los líderes del paraavalanchas. “La plata la destiné para las redes de las canchitas. Después de eso me rompieron los vidrios del HPR (Hospital Privado de Rosario donde trabajo)”, relató Astore, indicando que sospecha de Gerardo Gómez, alias «Dibu», quien lo había amenazado previamente.
Carbone subrayó que Astore recurrió a intermediarios para evitar enfrentamientos directos con la barra brava. El presidente se negó a ceder el estadio cubierto para eventos de la barra y rechazó peticiones para utilizar el panteón para fiestas electrónicas.
“Una vez, Lucho me hizo hablar en el playón con uno que le decían Pollo porque querían más camisetas, más plata y el estadio cubierto. Esa apretada no me la olvido más. Me puso al teléfono con Vinardi. Esto ocurrió mientras al lado mío estaban las nenas haciendo patín”, recordó Astore. Enfatizó que no cedió ante la barra para entregar el panteón, el estadio cubierto ni la representación de jugadores. “Llegué a prestar Malvinas”, comentó.
También recordó el partido homenaje a Maxi Rodríguez, donde la barra brava extorsionó al organizador, exigiendo dos millones de pesos. “La noche anterior al evento me llaman y me comunican que se habían robado los souvenirs de todos los jugadores invitados. Recuerdo que yo pagué los dos millones”, manifestó Astore. Durante ese partido, la barra desplegó una bandera alusiva a los líderes de la barra, Ariel “Guille” Cantero, Leandro “Pollo” Vinardi y Carlos “Toro” Escobar, sin que nadie se percatara hasta que ya estaba exhibida.
Astore también relató un incidente posterior al partido, cuando el técnico Gabriel Heinze se quejó del estado del campo de juego. Al inspeccionar el césped al día siguiente, Astore observó a varias personas cargando parlantes y banderas en un camión, y sospechó que una de las banderas podría haber sido la polémica.
Durante el allanamiento en la casa de Ivana Barrías, la policía encontró entradas de protocolo y del partido homenaje a Maxi Rodríguez, junto con una camiseta firmada por Lisandro Montenegro dedicada a “Lean”, nombre del “Pollo”.
Astore finalizó su testimonio señalando que también había sido extorsionado por Ficcadenti, y que resistía las exigencias de la barra lo mejor que podía. “Lucho por su parte es un tipo tranquilo, pero quien está arriba suyo es quien pide el cubierto, organiza fiestas de cumbia, me pide tanto”, concluyó.
Fuentes: Rosario3.com, Infobae y Diario La Capital.
