“Salvador casi fue otro Fernando Báez Sosa”. La frase, escrita en un cartel, impacta en momentos en que se está desarrollando el juicio por el asesinato de un joven en Villa Gesell a manos de un grupo de rugbiers. En ese caso, la consigna refiere a un adolescente de 16 años que días atrás fue salvajemente agredido por una patota en la localidad de Pueblo Esther.
Según consta en la denuncia de su madre, Salvador intentó defender a su hermano mayor, que también fue atacado, en el marco de una fiesta que se desarrolló en la plaza de esa ciudad. De acuerdo al testimonio de la mujer, la agresión comenzó en ese lugar público y luego siguió en la casa de las víctimas, donde también habría participado el padre de uno de los agresores. Uno de los agredidos sufrió fractura de maxilar y necesita cirugía.
- Familiares de los jóvenes atacados se manifestaron frente a la Municipalidad de Pueblo Esther para reclamar que se esclarezca el hecho y se detenga a los culpables.
Según narró Carla, la madre de los hermanos atacados, todo comenzó con un incidente menor en la llamada fiesta de la Plaza del Tanque, donde un muchacho alcoholizado (primo de los jóvenes posteriormente agredidos) tropezó con otra persona y le hizo volcar el vaso con su bebida, lo que provocó una gresca.
Darío, hermano de Salvador, salió en defensa de su primo cuando apareció “una patota de entre quince y veinte personas que lo atacó hasta tirarlo al piso, le patearon las costillas, la cabeza, le arrancaron el expansor de la oreja y le quebraron un dedo”, contó la mujer en contacto con El Tres TV.
Siempre según el relato de la madre, el joven herido regresó a su casa y poco después arribaron los agresores en una camioneta, que era conducida por el padre de uno de los atacantes. El hermano de Darío, Salvador, intentó hablar con el grupo, pero también fue golpeado. “El hombre mayor lo agarró de atrás, por el cuello, para que su hijo lo atacara. El chico le tiró dos ladrillazos y le pegó en la cara, provocándole fractura de maxilar”, indicó Carla. Salvador deberá ser intervenido quirúrgicamente tras sufrir fractura maxilofacial y la pérdida de dientes.
“Repudiamos cualquier hecho de violencia, entendemos a esta mamá que hace su reclamo. Lo que podemos decir es que bajen los niveles de agresión y violencia en la calle”, expresaron desde el municipio.
Fuentes: Rosario3.com y Diario La Capital.