Tras el escándalo generado en un sanatorio privado de Venado Tuerto luego de la muerte de una joven, ahora hay dos denuncias cruzadas en la Justicia local: la del director del sanatorio San Martín, Emilio Venturelli, contra familiares y amigos de la mujer fallecida por agresión, y la de los propios familiares de Noelia hacia el sanatorio por muerte dudosa.
Familiares de la joven fallecida en un sanatorio privado de Venado Tuerto presentaron una denuncia contra el nosocomio tras considerar que la muerte fue dudosa. En tanto el director del sanatorio San Martín, Venturelli, presentó una denuncia contra un grupo de personas allegados a la mujer que al enterarse de su muerte habían irrumpido en la sala de terapia intensiva produciendo destrozos y golpeando a dos médicos.
Noelia Fernanda Muñoz, de 29 años, falleció el viernes 12 en el sanatorio San Martín como consecuencia de una aneurisma de aorta toráxica, según dijeron en el efector privado.
A Noelía se le había programado una cesárea para el martes 9, ya que había tenido un embarazo con complicaciones en la presión. “Noelia no tenía enfermedad declarada, era sana, solo tuvo presión este último mes. Jamás antes había tenido presión alta era un parto normal y programado”, señaló Gastón Eterovich, esposo de Noelia.
Ese martes la mujer no se sentía bien y la llevaron al sanatorio. Los médicos ese mismo día deciden adelantarle la cesárea, que estaba programada para el 23 de mayo. De hecho le realizan la intervención, el bebé es trasladado al Instituto de Neonatología por su prematuro nacimiento y aparentemente todo había sido tranquilo. “Luego nos enteramos que durante la cesárea había sufrido una descompensación”, remarcó Gastón. Dos días más tarde recibe el alta médica y va a visitar a su bebé al Instituto de Neonatología, lo mismo hace el viernes por la mañana. Pero a la tarde Noelia se descompone en la casa y es trasladada al sanatorio.
“Entramos a la guardia con un fuerte dolor en la boca del estómago y en la espalda. Le hicieron tomografía, estudios varios pero nunca ingresó a terapia intensiva. En ese momento vomitaba, orinaba y se iba de cuerpo cada 5 minutos y solo era asistida por una enfermera, no venía nadie”, contó el esposo. Al poco tiempo aparece un cardiólogo y un clínico que le dicen que todo estaba normal y que apenas era un estrés posparto. “Le cambiaron la medicación y a las 17.45 se despierta convulsionando y ahí recién la llevan a terapia intensiva. Ahí sale el cardiólogo y me dice lo del aneurisma de la aorta y me remarca que era muy grave”, relató Gastón.
Agregó que “de decirnos que estaba estresada, media hora después nos avisan que estaba prácticamente muerta. Imagínese la reacción”. Allí es cuándo unas diez personas ingresan a la sala de terapia intensiva y producen roturas de todo tipo en los equipos. Ni Gastón ni los padres de Noelía participaron de los incidentes.
Fuente: Diario La Capital.