La Justicia dictó sentencia este martes para los dos acusados del doble homicidio perpetrado el 24 de septiembre de 2022 en el barrio Molino Blanco, en la zona sur de Rosario. Miguel Ángel “Ojudo” López y Diego Fernando Aguirre fueron condenados a 25 años de prisión por los asesinatos de Jonatan Schneider, blanco del ataque, y de Graciela Carrizo, una mujer que fue alcanzada por una bala mientras tomaba mates en una plaza junto a sus nietas.
La Fiscalía había solicitado 28 años de prisión para ambos imputados. El fiscal Lisandro Artacho destacó que la resolución, aunque aún no cuenta con fundamentos completos, fue posible gracias a una importante cantidad de testigos presenciales que identificaron a los agresores y reconstruyeron lo sucedido.
Según se determinó en el juicio, López y Aguirre llegaron al barrio aquella tarde para resolver a los tiros un conflicto personal con Schneider, a quien ejecutaron. En medio del ataque, una de las balas impactó a Carrizo cuando intentaba proteger a sus nietas. “Mi mamá lo único que alcanzó a decir fue que se tiren al piso y cayó arriba de mi nena”, relató Yoana, su hija, conmovida por lo ocurrido.
Graciela sufrió heridas de arma de fuego en el cráneo y en el cuello al cubrir a una de sus nietas que estaba junto a ella. Fue llevada al hospital Roque Sáenz Peña y luego fue derivada al Clemente Álvarez (Heca), pero nada pudieron hacer los médicos para salvarla. El caso dejó una fuerte marca en la comunidad y volvió a poner en evidencia la gravedad de la violencia armada que atraviesa Rosario.
