Una mujer de 24 años fue detenida como sospechosa de estafar a al menos once policías que la contactaban creyendo que ella podría agilizar «traslados laborales» dentro de la fuerza de seguridad santafesina. Se trata de Solange Milagros T., apresada por efectivos de la Agencia de Control Policial (ACP, ex Asuntos Internos) en el marco de una investigación que culminó con una entrega controlada de dinero en cuyo marco un efectivo policial había pactado con ella darle 170 mil pesos para que le facilitara un traslado a Reconquista.
- La joven quedó detenida a disposición de la fiscal de Violencia Institucional Karina Bartocci que la imputará por estafa.
Fuentes policiales señalaron que T. era investigada desde hacía seis meses por personal de las divisiones de Investigaciones Judiciales y Administrativas, Apoyo Operativo e Investigaciones Patrimoniales de la Delegación Zona Sur de la ACP. La joven estaba sospechada de engañar a policías ante quienes se presentaba como una empleada del Ministerio de Seguridad de la provincia capaz de agilizar trámites de traslados laborales para uniformados.
Los investigadores de la ACP se entrevistaron con al menos once policías destinados a las unidades regionales de los departamentos Rosario y Castellanos que había sido víctimas de las estafas que le atribuyen a T. Según la información preliminar la mujer les cobraba entre 140 y 170 mil pesos a quienes solicitaban sus servicios.
Los investigadores establecieron que la mujer captaba a jóvenes policías para que le presentaran a otros uniformados interesados y necesitados en conseguir los traslados que ella decía agilizar. Se trataba, en general, de jóvenes policías dispuestos a pagar altas sumas para ser trasladados a unidades regionales más cercanas a sus respectivos domicilios de origen.
Según los voceros consultados, algunas de las víctimas incluso admitieron haber tomado costosos créditos personales y contraído deudas con allegados para poder pagar por esos traslados, fundados en “situaciones personales de extrema necesidad; estaban desesperados por mejorar su situación laboral, aludían tener familiares con enfermedades graves, hijos pequeños que demandaban una atención especial, entre otras situaciones planteadas por las víctimas”, reseñó un portavoz allegado a la pesquisa.
Además de recabar información sobre las acciones de la sospechosa, los investigadores tuvieron que establecer dónde vivía Solange T. ya que notaron que la joven cambiaba frecuentemente de domicilio y alternaba su lugar de residencia entre las ciudades de Rosario y Santa Fe.
Fuentes: Diario La Capital y Rosario3.com.