22 de febrero de 2014. A bordo de su automóvil y en estado de ebriedad, Federico Gómez acelera por Provincias Unidas y Pellegrini e impacta contra un camión estacionado. Sufre heridas leves pero sus acompañantes, Emiliano Cáceres Ferreyra y Facundo Aguirre, ambos de 18 años, mueren en el acto, minutos después de rogar por bajarse del vehículo que avanzaba a 160 kilómetros por hora.
El hecho se transformó en el primer juicio oral y público en la provincia por un doble homicidio en un accidente de tránsito. Y el fiscal Walter Jurado le exigió al juez José Luis Suárez una condena de cuatro años de prisión efectiva para Gómez, quien manejaba el auto borracho.
Emi y Faku, como los llamaban, le habían pedido a Federico que los dejara bajar del auto por el evidente estado de ebriedad que tenía y que lo hizo acelerar a fondo e incrustarse contra un camión estacionado.
Familiares y amigos de los jóvenes habían presionado con marchas y empujado a la Justicia rosarina a fallar pensando en los dos chicos que perdieron la vida en el siniestro de tránsito.
Además de cuatro años de prisión, el fiscal solicitó la inhabilitación de diez años para manejar por el delito de homicidio culposo agravado. Los familiares de Emi y Faku pidieron “una condena ejemplificadora para sentar un precedente”.