Ocurrió este miércoles a la tarde. Bajo amenaza de muerte con armas de fuego, redujo a los cajeros y logró arrancar dos cajas registradoras.
“Fue cuestión de segundos, gracias a Dios no lastimaron a ningún compañero ni cliente. Estaba lleno de gente”, dijo Gabriela encargada del local.
Es la segunda vez que roban en el supermercado y hace poco robaron la sucursal de calle Donado con el mismo método. El personal de seguridad (un solo guardia) en ese momento recorría el salón.
Fuente: Rosario 3.