Una decisión del intendente de Carcarañá desató un conflicto político y legal que escala día a día. El Concejo Municipal había aprobado por ordenanza la cesión en comodato de un predio al Club Los Caranchos, una escuelita de fútbol que trabaja con más de 130 chicos y chicas en esa localidad. El terreno, que ya venía siendo utilizado por el club, fue cedido formalmente por diez años y de manera gratuita. Sin embargo, el intendente Miguel Ángel Vázquez vetó la ordenanza y, tras la insistencia del cuerpo legislativo con los dos tercios necesarios —lo que, por ley, la vuelve vigente—, decidió desconocer la resolución y firmó un decreto declarando “nula” la medida, lo que generó un escándalo institucional.
“Cuando el Concejo insiste con esa mayoría calificada, la ordenanza entra en vigencia. No hay vuelta atrás. Lo que hizo el intendente es lisa y llanamente ilegal”, afirmó el abogado del club, Gustavo Feldman, quien anticipó que ya enviaron una carta documento al Ejecutivo local intimando la entrega del predio en 48 horas. Como respuesta, desde el club se preparan para avanzar con acciones judiciales: “Vamos a denunciar penalmente al intendente por abuso de autoridad, iniciaremos una demanda contencioso-administrativa y también impulsaremos su destitución”, adelantó el letrado.
Por su parte, la presidenta del club, Nadia Capello, expresó su indignación: “Nos fuimos del parque cuando teníamos 70 chicos y hoy tenemos 130. Entrenamos en espacios verdes públicos que no están en condiciones. Todo esto por un capricho del intendente, que de la noche a la mañana nos dejó sin el espacio que habíamos gestionado legalmente”. El club sostiene que el predio estaba alquilado anteriormente y que la ordenanza era un paso clave para consolidar su crecimiento y brindar un entorno seguro y adecuado para el desarrollo de las infancias.
“Si esto escala, lamentablemente, los que van a pagar son los habitantes de la ciudad por la ilegalidad cometida por el propio intendente”, advirtió Feldman. Por ahora, el club continúa sus actividades en condiciones precarias, mientras la tensión institucional sigue en aumento.

