En la antesala del clásico rosarino, Central empató en casa a Deportivo Riestra por la quinta fecha del Torneo Clausura. El Canalla igualó 1-1. Se había puesto en ventaja con cabezazo letal de Alejo Véliz, en su primer grito desde su regreso. Sin embargo, la visita lo empató en el cierre con un penal de Jonathan Herrera. La otra nota negativa fue la lesión del zaguero Juan Giménez sobre el cierre de la primera mitad; salió llorando en camilla y se aguarda un parte médico. El presidente Gonzalo Belloso bajó a los vestuarios del Gigante de Arroyito para interiorizarse y dar su apoyo a la joven promesa de la cantera.
En el verde césped, el equipo de Ariel Holan fue de mayor a menor. Con aportes de Ángel Di María desde la derecha al medio, algún remate lejano y toques precisos, el local impuso el ritmo de entrada buscando abastecer a su frente ofensivo integrado por Véliz y Enzo Copetti. El colombiano Jaminton Campaz también insinuó en sintonía con Ignacio Malcorra.
En una de esas combinaciones entre los zurdos llegó el primer y único grito de la tarde-noche del Gigante. A los 9′ de juego, cuando todavía se estaba armando el trámite, un centro llovido de Malcorra cayó en el corazón del área y fue Véliz el que llegó con impulso para imponerse entre los centrales y cabecear al fondo de la red para desatar un grito desaforado.
El excéntrico arquero visitante Ignacio Arce también se las ingenió para tener protagonismo y le sacó una pelota bárbara al propio Véliz. De cara al complemento, el Canalla bajó el ritmo, empezó a concretar modificaciones y se vio alterado en el reinicio del juego por la preocupante lesión que sufrió Giménez al filo del entretiempo.
De cara a la segunda mitad del juego, la visita avanzó en busca del empate y se arrimó al área canalla. Con las energías reguladas de cara al clásico rosarino, el desgaste propio del juego y una defensa rival dura en cada intersección, fue Riestra el que manejó la pelota y ganó espacio en el terreno de juego. Holan dejó en cancha a sus referencias ofensivas, a excepción de Di María, resguardado en el tramo final.
La firmeza de Franco Ibarra en la mitad de la cancha fue uno de los puntos positivos. Con el ingreso de Santiago López, el DT buscó agilizar el ataque y encontrar el segundo para asegurar los tres puntos. Aunque desde las alturas, con centros cruzados y ante cada corner a favor, hubo una sensación de peligro permanente.
Sin embargo, a los 43′ del complemento llegó el castigo por el mal segundo tiempo: un penal cometido por sujeción del ingresado lateral Juan Manuel Elordi derivó en una ejecución del capitán Jonathan Herrera al medio para el 1-1 que resultaría definitivo.
Una victoria y cuatro empates en el comienzo del Clausura. El Canalla se retiró amargado por el empate agónico y ya se enfoca de lleno en el clásico rosarino frente a Newell’s, el próximo sábado otra vez en Arroyito.
