El programa Boleto Educativo atravesó una auditoría provincial que dejó un fuerte impacto: 34.606 beneficios fueron dados de baja por irregularidades detectadas en el cruce de datos con universidades e instituciones educativas. Según informó el Ministerio de Desarrollo Productivo santafesino, la medida permitirá un ahorro estimado de 585 millones de pesos, fondos que serán reinvertidos en garantizar que el beneficio llegue a quienes cumplen con los requisitos.
Las bajas incluyeron a 32.527 estudiantes, 1327 docentes y 752 asistentes escolares. La principal causa fue la pérdida de regularidad académica, aunque también se detectaron casos de personas sin residencia en la provincia o sin acreditación como alumnos regulares. Solo en la Universidad Nacional de Rosario se encontraron 13.706 beneficiarios que ya no cumplían con esa condición.
“Queremos que este programa lo tengan quienes lo necesitan y cumplen con la reglamentación. Si alguien accede al Boleto sin ser alumno regular o sin vivir en la provincia, está perjudicando a quienes sí hacen las cosas bien”, remarcó el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, al defender la medida.
La secretaria de Transporte y Logística, Mónica Alvarado, también fue categórica: “El sistema tiene que ser justo. No es viveza, es fraude. Este beneficio se financia con fondos públicos y debe destinarse a quienes realmente lo merecen”.
La auditoría también vino acompañada de un refuerzo tecnológico: se actualizó la aplicación oficial del Boleto Educativo y quienes no la renueven no podrán validar sus pasajes. Según las autoridades, esto permitirá un esquema de fiscalización más ágil y con reglas claras.
El beneficio continuará vigente en la provincia, pero bajo controles más estrictos. Para mantenerlo será obligatorio acreditar condición de alumno regular, residir en Santa Fe y mantener datos actualizados en la aplicación oficial. En el caso de docentes y asistentes escolares, también se exigirá comprobar vínculo laboral activo en instituciones educativas provinciales.
