Familiares y víctimas de la inseguridad y la violencia en Rosario realizaron este martes al anochecer la ceremonia de velas convocada bajo el lema “Iluminamos Rosario”. Luego de la manifestación decidieron levantar la protesta que iniciaron el lunes al atardecer frente a Gobernación, tras ser recibidos al mediodía por el gobernador Omar Perotti, el ministro de Seguridad Claudio Brilloni y el intendente Pablo Javkin.
- El acampe se mantuvo por 24 horas y se levanta a la espera de una nueva convocatoria en los próximos 10 días, tal como prometieron las autoridades provinciales y municipales en el encuentro de este martes.
Ezequiel Lowden –uno de los manifestantes y voceros del grupo de familiares– dijo que en la reunión con Perotti y Javkin se logró “que se convoque a las comisiones de seguridad de la Legislatura con presencia de familiares de víctimas para analizar las leyes que están frenadas”.
“Necesitamos un acuerdo de todos los sectores políticos ya que todos son responsables de esta situación; queremos que se dejen de tirar con los muertos”, reclamó. También los presentes pidieron que los integrantes de Gendarmería estén presentes en los barrios. “Le vamos a dar un voto de confianza al nuevo ministro de Seguridad (Claudio Brilloni), esperemos que pueda llevar adelante los proyectos. No queremos más muertos, ni más víctimas”, expresaron.
Durante la reunión con Javkin y Perotti, los familiares de víctimas de la inseguridad pidieron “instalar tótems para detectar chapas patentes que tengan pedido de captura, conectar las cámaras de vigilancia privadas de Rosario con el servicio de emergencias del 911, convocar reuniones mensuales entre familiares de víctimas y autoridades, detener a personas que porten armas de manera ilegal y proponer una baja en la edad de imputabilidad, como mínimo a 16 años”, entre otros puntos.
En la misma línea, una nueva marcha reclamó este martes justicia por Lorenzo “Jimi” Altamirano, el músico secuestrado y asesinado en la puerta de la cancha de Newell’s el 1º de febrero pasado. Amigos, familiares y referentes de organizaciones sociales y políticas reclamaron que se investigue el hecho y repudiaron la impunidad de la que aún gozan sus asesinos.
“Volver a tu casa después de un ensayo no debería costarte la vida. Justicia por Jimi”, rezaba uno de los carteles pegados en inmediaciones de la sede local de Gobernación, epicentro de las protestas por la creciente ola de violencia de la ciudad.
Poco se sabe de los avances de la causa, si es que los hay, a casi dos semanas de que Altamirano fuera secuestrado cuando iba camino a su casa. Un rapto que –según los indicios– tuvo lugar en bulevar 27 de Febrero entre Ovidio Lagos y Francia.
Ese miércoles 1º de febrero, Jimi había terminado de ensayar con su banda en una sala de Oroño y Gálvez y algunas cámaras lo captaron antes de que fuera secuestrado por los ocupantes de un Renault Sandero con pedido de captura por robo. Frente a la puerta 6 del Coloso Marcelo Bielsa, lo bajaron y lo acribillaron de tres tiros. En su ropa dejaron un mensaje a presos ligados a la barrabrava de Newell’s.
De cara a este miércoles está prevista otra manifestación a las 20 en el Monumento a la Bandera. Desde el Colectivo de Familiares y Víctimas de la Inseguridad manifestaron que no participarán de la convocatoria, que tiene premisas similares a las planteadas por el grupo en las últimas horas.
“Rosario dice basta de muerte, basta de injusticia y basta de ver sin involucrarse. Rosario sangra, Rosario quiere paz, Rosario quiere vida. Por cada uno de los que ya no están, debemos estar presentes”, apuntaron en la invitación a la comunidad rosarina, a la que le solicitaron participar “sin colores, sin políticos y espontánea”.