El jefe de la Unidad Regional XVII de Policía, comisario mayor Walter Miranda, confirmó que este jueves un oficial que reviste tareas en la fuerza efectuó varios disparos con su arma reglamentaria contra las oficinas en las que habitualmente realiza sus tareas y agradeció haber tenido que “salir a hacer un mandado, sino otra hubiese sido la historia”.
El autor de los balazos fue el oficial principal Gustavo Daniel Urundes, quien en horas de la tarde de ayer ingresó a la sede de la jefatura policial visiblemente ofuscado y, luego de cuestionar a los gritos una decisión del jefe de Orden Público, comisario Daniel Corbelini, sacó su arma y comenzó a disparar «con intenciones de hacer un daño grave».
De inmediato, personal policial que se encontraba en el lugar se abalanzó sobre Urundes, lo redujo y procedió a su detención. Luego, fue trasladado a Rosario, donde quedó a disposición del juez de San Lorenzo, Eduardo Filocco de San Lorenzo. Se le iniciaron actuaciones administrativas y también se le radicó una denuncia penal.
Alfredo Olivera, abogado defensor de Urundes, aseguró que el oficial “estaba en estado de ebriedad” cuando entró en la Jefatura. «Habría intentado efectuar algunos disparos sobre el despacho del jefe, quien no se hallaba en la Unidad Regional, luego se dirigió a la oficina de Corbelini, donde habría hecho disparos y amenazas”, relató.
“El estado de ebriedad es un atenuante y no agravante en los hechos, tiene que ser sometido a un sumario y nadie puede ser juzgado sin proceso previo”, destacó Olivera y reconoció: “Urundes usó el arma reglamentaria y estaba uniformado al momento de los hechos. Está claro que deben realizarse controles psicológicos para determinar si un policía puede o no portar armas”.
Fuente: Diario La Capital y SL24.