El Gobierno de Santa Fe sumó un nuevo récord en su política de transformar bienes ilegales en recursos con fines sociales. Este jueves, en la Estación Belgrano de la ciudad capital, se llevó adelante la cuarta subasta pública de bienes incautados al delito, que dejó una recaudación de $1.238.960.000. La actividad fue encabezada por el gobernador Maximiliano Pullaro y se convirtió en la más importante desde la puesta en marcha del sistema.
Con este resultado, la provincia ya acumula más de $3.500 millones recaudados en cuatro remates organizados por la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (Aprad). La primera subasta había recaudado $451 millones, la segunda $700 millones y la tercera $1.200 millones.
Los fondos se destinan a tres fines principales: la reparación de víctimas de delitos, el financiamiento de programas sociales y el autofinanciamiento de la Aprad, que administra y dispone de los bienes decomisados en causas judiciales.
En esta edición participaron 3.910 personas inscriptas de las 24 jurisdicciones del país, lo que muestra el interés creciente que despierta el mecanismo. En total se ofrecieron 157 lotes de diversa naturaleza: vehículos, inmuebles, joyas, electrodomésticos, materiales de construcción y celulares.
El lote más caro fue el inmueble N.º 5 en la localidad de Funes, vendido en $90 millones, mientras que el más barato fue un celular que se remató en $110.000. También se destacó la venta de un Toyota SW4 modelo 2023 con apenas 5.072 kilómetros, que alcanzó los $60 millones, y un lote de joyas que llegó a $19,5 millones.
La Aprad tiene como objetivo administrar los bienes incautados al delito y darles un uso social o institucional: algunos se entregan a fuerzas de seguridad, establecimientos educativos o entidades de beneficencia, y otros se subastan para obtener recursos. “Cada bien que subastamos es dinero ilegal que vuelve a tener un fin social”, remarcaron desde el Gobierno.