La entrada Quedó presa la mujer acusada del crimen en un cotillón: robo absurdo con posible pena de prisión perpetua se publicó primero en Ojo de Prensa.
]]>Rocío Soledad P. fue imputada en el Centro de Justicia Penal por haber, según el fiscal, apuñalado en el cuello, en la espalda y en la cabeza a la mujer de 45 años que intentó defenderse del feroz ataque. Como el fiscal la acusó por el delito de homicidio doloso calificado por criminis causa en grado consumado y en carácter de autora, la sospechosa enfrenta un posible pedido de prisión perpetua.
El juez Pablo Pinto dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para P., quien fue detenida por la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) el jueves de la semana pasada en Luis Ouvrard al 7700, en barrio Godoy.
En el domicilio de la mujer imputada –Luis Ouvrard al 7700– se secuestró una caja de cartón con mercadería del local de Sandra López. En ese operativo también había sido aprehendido el novio de la sospechosa, pero al no haber evidencia clara contra él quedó en libertad.
En un ataque que su familia no termina de comprender, una mujer que entró al local como clienta la atacó por la espalda con 14 puñaladas y se llevó una caja con mercadería de escaso valor. “Nunca pasamos por esto, no tenemos problemas con nadie. No sé cómo nos vamos a reponer”, dijeron sus hermanas Andrea y Soledad tras la audiencia.
“Ella era muy emprendedora. Empezó hace 25 años vendiendo helados Com-Com con un freezer en el garaje de la casa”, recordaron a Sandra sus hermanas en un pasillo del Centro de Justicia Penal. Este lunes fue imputada por el crimen Romina Soledad P., de 32 años y detenida el jueves a raíz de una filmación que permitió identificar el auto en el que se movía. En su casa ubicada a 15 cuadras del comercio se encontraron moldes de repostería, chocolates y bolsas de nailon robadas del local, así como ropa idéntica a la que usaba la autora del ataque.
Sin cuestionar la imputación, el defensor particular Germán Mahieu dio su consentimiento para la realización de un análisis de ADN, ya que en las manos de la víctima se encontró un mechón de pelo de quien la atacó con un cuchillo por la espalda. El abogado solicitó una pericia psiquiátrica y que se tomen muestras de sangre y orina de la detenida para realizarle a la brevedad un examen toxicológico.
La tarde del jueves 14 de abril una empleada de un minimarket vecino encontró a Sandra tendida en el piso sobre un charco de sangre en su local de avenida Rivarola al 6800. El marido y el padre de la víctima llegaron enseguida y la trasladaron al Heca, pero la mujer no sobrevivió a la gran pérdida de sangre. Se contabilizaron 14 heridas de arma blanca de no más de 2 centímetros de profundidad. Uno de esos cortes en el cuello le afectó la arteria carótida, lo que según el forense le causó la muerte en no más de quince minutos.
La pesquisa se orientó a hacia la hipótesis del robo a partir de lo registrado por una cámara de vigilancia del minimarket vecino, imágenes exhibidas en la audiencia, que captó el ingreso y la salida de una mujer, la última persona que estuvo en el local antes de que encontraran a Sandra malherida. En la imputación, el fiscal planteó que a alrededor de las 18.30 Romina P. atacó a la víctima con fines de robo, ante su resistencia la tomó por la espalda y le efectuó al menos 14 puñaladas en el cuello, el omóplato, el maxilar y la oreja derechos, además del ojo izquierdo.
Luego, según la acusación, cargó algo de mercadería en una caja y se fue en el mismo auto en el que había llegado, un Volkswagen Surán que había estacionado a la vuelta del comercio por calle Biancafiori al 3100. A los pocos minutos un hombre con mochila verde se acercó al minimarket, le avisó a la empleada que había sangre en cotillón y le preguntó si había pasado algo. Otro empleado se acercó al comercio vecino, encontró la puerta abierta y vio a Sandra tendida en el piso sobre un charco de sangre. En ese momento llegaba el esposo en una camioneta, intentó reanimarla y la llevó al hospital.
Otras cámaras permitieron reconstruir, según Spelta, que la agresora estaba “merodeando” el negocio desde las 18.05. A las 18.19 se vio pasar el auto por la vereda de enfrente. Luego dobló en U, volvió a pasar frente al local y finalmente estacionó sobre la calle Biancafiori, adonde regresó más tarde con una caja.
A partir de las filmaciones se detectó que el Surán gris tenía dos calcomanías de un perro negro —una en el guardabarros delantero y otra en la parte trasera— una rueda de auxilio y el espejo del conductor roto. El seguimiento de las cámaras permitió obtener la patente y llegar el jueves de la semana pasada hasta ese vehículo estacionado frente a una casa Ouvrard al 7700 donde vivía P., al oeste de la avenida de Circunvalación y a unas quince cuadras del negocio.
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